Aquel día llevabas vaqueros y y unas gafas de sol,tu camiseta básica negra que no sabías si quedaba bien pero bueno,el negro pega con todo.
Saliste pisando fuerte,con pasos seguidos y rápidos,no llegabas tarde,pero tu siempre caminabas así. Pensabas que esa calle te la conocías de sobra y por eso ibas confiada. Algo llamó tu atención y te paraste,a medida que te ibas acercando mirabas el reloj y pensabas "Puff,no puedo pararme mucho que tengo prisa".
De pronto,esa calle dejó de ser segura para ti, había agujeros en el suelo y tuviste que saltarlos,te caíste un par de veces y te hiciste mucho daño, pero aún así seguiste caminando, mirabas tus rodillas y tus manos y podías ver como la sangre emanaba de ellas y por primera vez sentiste miedo.
Las personas que solías saludar cada mañana ya no estaban, hubo alguna que mientras te levantabas te dio la mano y te ayudó a seguir por la calle,pero en aquellas personas en las que habías puesto toda tu confianza habían desaparecido.
Esa calle ya no era la tuya, se había vuelto un laberinto ,hubo momentos en los que te sentiste ahogada, incluso desesperada por no encontrar la salida.Te paraste un par de veces con algunas personas que paseaban por allí para que te indicaran la salida.Unas te ayudaron pero otras te volvieron a meter en el laberinto, por lo que te volviste precavida y desconfiada.
Y justo cuando ya no podías más,te sentaste en una silla rota que encontraste tirada en el suelo ,pensabas en lo injusta que era aquella situación, en que no te lo merecías y en las ganas que tenías de volver a casa...Y ahí te distes cuenta,tu eras tu propia casa, tu eras la que te habías levantado,la que te habías perdido pero más tarde te habías vuelto a encontrar, la que había llorado, pero te habías reído de algunas piedras que habías conseguido saltar.
Supiste que tu lección estaba aprendida y que, aún teniendo que seguir superando obstáculos, te podías volver a poner esas gafas gafas de sol y seguir en la misma calle en la que tú ,ya no eras la misma.
