lunes, 20 de enero de 2020

...¿Fue real?...

En determinados momentos de nuestra vida podemos ver las situaciones con una mayor perspectiva, la cual antes nos era imposible,puede que no fuéramos capaces de verla por muchos motivos pero ahora se nos vuelve más nítida.

A día de hoy, sigo sin entender como los sentimientos pueden cambiar tan deprisa, o mejor dicho,las personas, como puede ser posible que un día lo que fue imprescindible se vuelva innecesario...y ahí viene mi gran pregunta:¿Fue real?
Esa complicidad callada,esas lágrimas de unión, esas miradas engrandecidas, esos abrazos sanadores...¿Fueron de verdad?¿Fuimos sinceras?¿Tal vez no había nadie más?¿Sólo crecimos juntas?...Jamás sabremos todas las respuestas, porque no cabe una sola explicación, hay tantas versiones como personas existen.

Llegamos a un punto en el que las prioridades cambian, nosotros mismos  nos distanciamos y al llegar a ese centro personal nuestro alrededor se altera, muchas veces no nos gustan las reacciones pero en parte, las hemos provocado,  tal vez porque nos hemos quitado esa venda que nos apretaba, puede que ya no nos apetezca mirar para otro lado o simplemente ya nos produce indiferencia.

Los sentimientos no tienen etiquetas, no son chaquetas que se guardan en un armario hasta el siguiente invierno ni se rigen por una moda.Pero si hay algo que nos atropella siempre, el tiempo, la mayor certeza que se puede tener, el mejor compañero, aunque a veces enemigo, pero siempre fiel.

No todo lo que sentimos debe ser eterno, tu bikini favorito no te va a acompañar en todas las vacaciones, ni tu familia va a vivir eternamente, tal vez los buenos momentos, los momentos en los que realmente fuimos felices debamos meterlos en una caja, abrirlos de vez en cuando y saber que para nosotros...Sí,fue real.