jueves, 11 de marzo de 2021

...Volviendo a crear magia...

 

Hace justo una semana estaba metida en la ducha, eran las seis de la mañana y las piernas me temblaban sabiendo que aquel día volvería a cambiar mi vida.

Terminé de vestirme, abrace a mi madre y solo podía pedirle que cuidara ala que se iba a convertir en la mitad de mi corazón como yo misma lo cuidaría, en aquel momento era toda mi vida, pero en pocas horas se dividiría toda esa pasión, jamás se restaría, pero si cambiaría.

Llegué al hospital y de repente mis nervios desaparecieron, entre mascarillas, PCR, y habitaciones sin compartir comenzaría mi jornada.

Tras varias horas comencé a sentir que la vida volvía nacer dentro de mí, noté esa experiencia como la primera vez, era amor en estado puro, en ese momento no existía el miedo, la pandemia se había borrado de mi mente y ni siquiera me daba cuenta que llevaba puesta una mascarilla que cubría mi sonrisa, solo existía la naturaleza de nuevo y yo.

Cuando sentí su corazón junto al mío, en ese preciso instante, supe que había hecho lo correcto, que los meses de aislamiento, el riesgo que había corrido por quedarme embarazada en mitad de una pandemia sin saber las consecuencias de esa situación y los abrazos perdidos en el tiempo eran el menor de los precios que había pagado por tenerlo a mi lado.

Porque llegará el día que todo pase, que esto se quede en un mal recuerdo y volvamos a vivir como estábamos acostumbrados, pero la sensación de sentir tu latido, tu pecho sobre el mío y tus ganas de vivir, jamás nadie podrá sacarlas de mí.

 

Para ti...



1 comentario:

  1. Lo has descrito con ese amor, que solo una madre entendería.
    Debe ser inconmensurable el sentimiento de traer un hijo al mundo.

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